CUIDADOR PRINCIPAL.
El hecho de cuidar a un familiar en el hogar, repercute en diferentes áreas de la vida de la persona cuidadora y en el funcionamiento familiar. L@s cuidador@s dedican mucho tiempo al cuidado, con una elevada carga física y mental, alterándose su vida en el ámbito emocional, laboral, social, etc., dando lugar, en ocasiones, al denominado “Síndrome del Cuidador”.
Todo ello pone de manifiesto que el cuidar a lo largo del tiempo a personas en situación de dependencia, supone la renuncia a una parte de la propia vida del cuidador principal.
El bienestar del cuidador depende de su propia salud, de la ayuda que reciba de su familia (apoyo emocional y el reconocimiento de otros familiares), de la capacidad de las instituciones a adecuarse a sus necesidades, de la información que tiene sobre la enfermedad, la propia tarea de cuidar, su forma de enfrentarse a la situación de cuidado, su estilo de resolver los problemas y la capacidad para superar momentos complicados.
Para que la tarea de cuidar sea posible y soportable, hay que tener en cuenta las necesidades de las personas cuidadoras, así como sus condiciones sociales y afectivas.