Comunicaciones
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obrasocial.lacaixa.es/deployedfiles/obrasocial/Estaticos/pdf/Gente_30/Vive_el_envejecimiento.pdf
Es importante tener en cuanta estas anotaciones cómo medidas de prevención/manejo de la situación de cuidar.
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Sé consciente de que la situación puede que dure algunos años.
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Consigue la máxima ayuda posible tan pronto como puedas
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Conoce tus límites y mantente dentro de ellos
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Hazlo lo mejor que puedas dentro de tus posibilidades.
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No te sientas culpable.
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Cuida de tu salud, haz ejercicio y reserva tiempo para tus aficiones
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Deja que el familiar a quien cuidas haga todo lo que pueda por sí mismo, aunque esto suponga tardar más tiempo en hacer las cosas
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Cuida de ti física y emocionalmente para sentirte mejor y poder seguir cuidando bien de tu familiar
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Habla con tu familiar acerca de cómo os sentís tanto tú como él/ella.
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Recuerda que no es tu familiar con quien estás enfadado/a, sino con su enfermedad.
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Sé paciente, ríete, aunque sea solo/a delante de un espejo. El sentido del humor es importantísimo
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Cuida de ti mismo/a y perdónate si cometes fallos en el cuidado de tu familiar
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Intenta salir de casa para "descargar" y "desconectar" de los problemas
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Cuando lo necesites, pide ayuda. No esperes a que la ayuda salga espontáneamente de la gente, pidela.
En pocos momentos de nuestro día a día dejamos de pensar,y es nuestra forma de pensar la que da sentido a la vida y la interpreta . Podemos diferenciar dos tipos de pensamientos los negativos y los pensamientos positivos.
Los pensamientos negativos generan ansiedad, malestar emocional y alteran considerablemente nuestro comportamiento de tal forma que perturban nuetras vivencias, nos roban bienestar y armonía con uno mismo y con los demás, pueden originar incluso graves trastornos psicosomáticos, pero la peor secuela es que provocan tal estado de insatisfacción, de tristeza, de inseguridad, de ansiedad y tal falta de vitalidad y un malestar físico y mental tan grande que la vida se va consumiendo poco a poco, provocando impotencia, indefensión, irritabilidad contra todo, desagrado e incapacidad para sobrevivir y mantener la ilusión por la vida y por lo que nos rodea.
Los pensamientos positivos por el contrario potencian emociones positivas (alegría, anhelo, felicidad, ilusión, bienestar físico…) pero también muchos comportamientos dirigidos a la gratificación y a la resolución de problemas. Se ha demostrado que quienes gozan de estas emociones incrementan su estado de salud.
Cuando el estado de ánimo es sombrío la vida en general nos resulta deprimente pero si el humor mejora, las relaciones sociales, las esperanzas de futuro, la ilusión por todo es mucho más activa, gratificante y positiva.
Aquí se presentan unas pautas para transformar nuestra forma de pensar en algo constructivo que nos permita avanzar.